Los Jamones Ibéricos son un producto irrepetible en el mundo. No solo porque los productos de bellota proceden de cerdos criados en la dehesa, un entorno natural incomparable que solo se da en la Península Ibérica, sino porque la raza de los porcinos, Ibérica, es también ÚNICA.
La raza Ibérica es la pieza central de un estilo de vida que gira en torno a los Jamones Ibéricos. Está vinculada a la dieta mediterránea, a sus gentes, al entorno rural y a unas prácticas ancestrales que forman parte de la cultura y la tradición europeas.
La raza y la alimentación son los dos grandes criterios de clasificación del Jamón Ibérico. Conocer el tipo racial del cerdo Ibérico es esencial para conocer en profundidad las diferentes categorías de Jamón Ibérico que hay en el mercado. En función del cruce que se haya producido, podemos encontrar animales:
100% raza Ibérica: la madre y el padre del cerdo son 100% de Raza Ibérica, inscritos en el Libro Genealógico.
75% raza Ibérica: la madre es raza 100% ibérica, inscrita en el Libro Genealógico, y el padre es 50% raza ibérica.
50% raza Ibérica: la madre es raza 100% ibérica y el padre es de raza Duroc, ambos inscritos en el correspondiente Libro Genealógico de la raza.
Una alimentación cuidada y selecta
Una raza única como es la del cerdo Ibérico solo puede alimentarse con los mejores recursos naturales. Y para conseguir un producto tan exquisito, la dieta de los cerdos Ibéricos ha de estar cuidada con esmero. ¿El resultado? ¡Un sabor lleno de matices!
El tipo de alimentación que recibe el cerdo a lo largo de su vida es, junto a la raza, uno de los dos criterios utilizados para clasificar los Jamones Ibéricos. En función de la alimentación, podemos encontrar tres tipos de Jamón Ibérico:
De Bellota: el animal, en su etapa de engorde, se alimentó de bellotas y otros recursos naturales de la dehesa.
De Cebo de Campo: el animal, en su etapa de engorde, se alimentó con piensos, constituidos fundamentalmente por cereales y leguminosas y con hierbas del campo.
De Cebo: el animal, en su etapa de engorde, se alimentó en granjas a base de piensos, constituidos fundamentalmente de cereales y leguminosas.