Los principales indicadores internacionales reflejan que el patrón de alimentación de la Dieta Mediterránea, reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010 y referente mundial de una alimentación variada y equilibrada, es uno de los más adecuados del mundo. Dentro de ella, la gastronomía española y sus alimentos, entre los que se encuentran los Jamones Ibéricos, ocupan un lugar destacado hasta el punto de situar a España como el país más saludable del mundo (según el ranking de Bloomberg, Healthiest Country Index) o con mayor esperanza de vida del mundo, según el IHME de la Universidad de Washigton y la prestigiosa revista científica The Lancet.
Los Jamones Ibéricos son uno de los máximos exponentes de la cocina española y de la Dieta Mediterránea, patrón europeo de alimentación.
alto contenido en proteínas para las carnes frescas y productos curados, tanto de bellota como de cebo, o el bajo contenido en sodio de las carnes Ibéricas, cebo y bellota, son algunas de las declaraciones nutricionales encontradas en el último estudio realizado por el Servicio de Innovación en Productos de Origen Animal (SIPA) de la Universidad de Extremadura.
El estudio ha analizado más de 160 muestras de productos Ibéricos aportados por diversos operadores nacionales representativos del sector. Desde carnes Ibéricas (lomo, solomillo, secreto, presa y pluma) a productos curados (Jamón Ibérico, Paleta Ibérica y caña de lomo Ibérico), procedentes de animales alimentados con bellota y cebo.
Entre los resultados nutricionales obtenidos, destaca el alto contenido en proteínas y vitaminas (B1 y B12) de todos los productos Ibéricos analizados, carnes y curados de bellota y cebo, o el bajo contenido en sodio de las carnes Ibéricas, bellota y cebo. En cuanto al Jamón Ibérico, también de ambas categorías, destaca por ser fuente de minerales (potasio, fósforo, selenio o zinc) y vitaminas del grupo B (B2, B3 y B6).
Los valores obtenidos en el estudio para nutrientes como las vitaminas B1 y B12 dan lugar, según el Reglamento 432/2012, a determinadas declaraciones saludables. Por ejemplo, el alto contenido en vitaminas B1 contribuye al correcto funcionamiento del sistema nervioso y del corazón, o cómo la vitamina B12 favorece el metabolismo energético, formación de los glóbulos rojos, funcionamiento del sistema inmune y reduce el cansancio y la fatiga (adjuntamos resumen con las principales conclusiones del estudio).