Tras pasar por años de mimos y cuidados, es el momento de que un buen corte permita disfrutarlo en todo su esplendor. Para conseguir la loncha perfecta, los verdaderos amantes del Jamón Ibérico no cortan, “esculpen”. Cuando el grosor y tamaño de las lonchas es homogéneo y fino, la presentación está al nivel de una obra de arte.
Entonces sabemos que el Jamón Ibérico está cortado con pasión. El corte del Jamón Ibérico es un arte que se perfecciona con el tiempo y requiere hacerlo con calma. Para disfrutar de este ritual y de la máxima exquisitez resulta indispensable disponer de:
El Jamonero, que proporcionará una buena fijación y aportará comodidad al cortador. La ubicación del jamonero debe tener la altura adecuada al nivel de las manos y estar perfectamente plano y estable.
Equipo necesario para el corte: lo ideal es contar con tres cuchillos distintos muy afilados: un cuchillo jamonero, largo y flexible, con el que extraer las lonchas; un cuchillo con dientes de sierra para retirar la corteza (tipo panero); y un cuchillo estilo puntilla, corto y fuerte, para realizar cortes precisos en las zonas más angulosas y para separar bien el Jamón Ibérico del hueso.